El bohío

Buenos días amigos.

Por fin tengo algo que comentar y escribir, y es que la verdad me cuesta un poco sacar tiempo para ponerme a escribir, y es que entre trabajar, la casa, las labores y desconectar poco tiempo me queda.

Hoy vengo a hablaros sobre una visita que hice la semana pasada a uno de los restaurantes de mi lista de “restaurantes donde comer antes de morir” , jajajajaja si antes de morir, me doy margen de tiempo, tú no te puedes plantear el ir a comer a este tipo de restaurantes en un tiempo limitado como dos años por ejemplo, seamos sensatos no soy rica , y tengo un sueldo medio, si me voy todas las semanas a restaurantes así  en mi casa comería pan duro y poco más .... Bueno que me desvío del tema, visita al bohio si el bohío el restaurante del emblemático Pepe de másterchef.

Decidí reservar con un mes de antelación más o menos, desde su página web, manera sencilla de elegir horario y día y ver la disponibilidad, podemos ver desde la misma web, los tres menús que tienen en el restaurante, menú del día , menú primavera y menú degustación. Tras unos días divagando mi pareja y yo, fuimos con el menú pensado y casi con la baba colgando, la ilusión que yo tenía por que llegara ese día no era poca.

Llegado el día nos desplazamos hasta Illescas, un pueblecito de la provincia de Toledo, muy acogedor por cierto, teníamos la reserva a primera hora así que llegamos con tiempo, el restaurante está muy bien ubicado y con cómodos aparcamientos en la misma puerta. Mientras nos dirigíamos a tomar unas frescas para hacer tiempo a que llegara nuestra hora, nos cruzamos con Pepe, ojiplatica me quede, sinceramente no esperaba cruzarme con el (aunque esperanzas tenía) en ese momento no reaccioné, y continuamos con nuestro camino.

Al llegar al restaurante, muy amablemente nos atendió su hermano en la recepción , acompañándonos hasta nuestra mesa, en ese momento empezó el despliegue de camareros que muy atentos enseguida nos tomaron nota de las consumiciones y nos ofrecieron la carta.

Estaba ya todo pensado los menús eran los mismos que se podían ver en su web, así que fue tarea fácil decidirse. 

Con las consumiciones previas mientras decidías el menú te sirven unos entrantes, para mi sus cuatro primeras joyitas que salían de su cocina.

Una ensaladilla , unas mini tostadas, corteza y una sopa, delicatesen, no os voy a descubrir sus sabores ya que es la sorpresa de bienvenida. 

Bueno comenzamos con los primeros, empezamos con una ensalada de tomate , sandía y butarra , una ensalada líquida , más comúnmente conocido como gazpacho, ya sabéis los que me seguís a diario en instagram que soy muy fan de los gazpachos y salmorejos, que decir de este plato, algo sencillo y con mucho sabor, os puedo asegurar que no había probado en mi vida una sandía con tanto sabor.

Continuamos un atún marinado con pochas, el maridado según mi gusto era con salsa de soja, las pochas en su punto esacto de cocción y esto decorado con brotes y cebollita.

Tercer plato, fritada de pimientos tomate y sardina y sorpresa sorpresa , yema de huevo rebozado, la sardina estaba cruda perfectamente limpia, la pizpirrana esquisita , y el crujiente que rodeaba la lleva perfecto la mezcla de los 3 sabores a la vez un bocado espectacular, yo diría que de los entrantes fue sin duda mi favorito.

Empezamos ya con los segundos, yo elegí bacalao, soy muy de carne pero es cierto que cuando vas a este tipo de restaurantes tiendo a pedir pescado ya que los puntos de cocción son muy interesantes y así poderlo aplicar en mi cocinita. Bacalao con chalotas asadas, con una base del pil pil y las chalotas acompañadas de una mouse de morcilla, la piel crujiente, la cocción perfecta, digno de repetir.

Mi pareja por el contrario se decantó por la carne, pluma de cerdo ibérico, marinado con una salsa tipo teriyaki, guacamole , maíz y hojas de menta, muy rico también pero el bacalao le ganaba por goleada.

De postre , un postre que todos pudimos ver en el programa trufa de chocolate especiado y caramelo, consiste en tres texturas de chocolates , la trufa , chocolate caliente líquido , y helado de chócolate. 

Acompañamos el postre con un café, en el iba acompañado de unas pequeñas locuras dulces, no sabría explicaron que era cada cosa, hay ya mi gusto estaba que no respondía a tanta esquisited. 

Al salir del restaurante les preguntamos que si podíamos saludar a Pepe, y encantado nos recibio y nos enseñó su cocina, una obra de arte verles trabajar, la limpieza y el orden con el que llevaban las comandas, de verdad que ha sido una experiencia única digna de repetir cualquier día, y sitio cien por cien recomendable, calidad precio perfecto, incluso diria que barato para lo bien que se come. 

Si podéis sacar un hueco en vuestras vidas visitarlo sin duda.